El feminismo fue creado como
resultado de la aplicación práctica del área de "estudios de género"
de la llamada "Teoría Crítica", que atacaba la cultura occidental
europea bajo el argumento marxista de que la mujer estaba siendo oprimida por
el hombre, y que esa opresión provenía única y exclusivamente de la cultura
occidental. De esta manera, la "Teoría Crítica" no hacía mención
alguna de "opresiones" (mucho más graves y evidentes en diversos
sentidos) hacia las mujeres de otros pueblos como los asiáticos, africanos,
amerindios o musulmanes; sólo se hablaba de la "opresión" en
Occidente; de la mujer blanca siendo oprimida por el hombre blanco.
Una vez la teoría del
conflicto entre géneros ha sido planteada, se manifestará en formas
beneficiosas para el pueblo que la promueve y perjudiciales para los pueblos
que la adoptan, disminuyendo la natalidad y la demografía étnica del pueblo
invadido.
No solamente las así
autoproclamadas, "liberadoras de las mujeres" trataron de
convencerlas de que criar y cuidar a la siguiente generación era menos
importante que sudar en una cadena de montaje o trabajar en el último rango de
una serie de ejecutivos, sino que aún fueron más lejos al menospreciar el papel
de esposa y madre. Esto hoy en día es totalmente notable hace no menos de un
par de meses en un conocidísimo canal local preguntaban si creían que el
machismo en la capital era notable a lo que respondían que si ya que “la mujer
sigue en la casa cocinando y educando a los hijos”. Esta posición no solo
afecta nuestro papel de madres y cuidadoras del hogar si no que desnaturaliza
nuestra función social pues quien mejor que nosotras para infundir los ideales,
las costumbres, los valores y los principios en el futuro de nuestra generación
y nuestra raza.
Nosotras somos las madres de
Gaia pues sin nosotras no se podría procrear nosotras tenemos ese don dado por
la naturaleza: engendrar una nueva vida pero nuestro papel no solo se queda en
el de llevar por nueve meses en nuestro útero una nueva vida, nuestro papel es
darles confianza, solidaridad, amor, ternura, y sobre todo conducirlos por un
mundo moral, el feminismo es la antítesis de estos principios pues este don
connota opresión pues no quieren vivir “atadas” a un hogar pero esta posición
es por lo menos ignorante pues hoy en día con esta gran fortaleza que posee la
mujer quien dice que no podemos ser ese árbol de conocimientos y educación para
nuestros hijos pues somos las encargadas naturalmente de su crianza y ser esa
rama de apoyo económico de nuestros esposos, la situación del mundo nos aleja
del patriarcado y del matriarcado antiguo ahora somos un conjunto donde tanto
el hombre como la mujer deben actuar activamente en el papel económico del
hogar pero sin perder ese don de la maternidad la cual el feminismo se ha
encargado de ponerla en un segundo plano
olvidando que esta es la base de la existencia humana, hablar de esta
igualdad sexista lleva a que se pierda esa feminidad, dulzura y delicadeza de
la mujer pues ahora todas quieren desempeñar ese papel rudo y tosco del hombre
para que este se de cuenta de que “somos asimiles” y lastimosamente nacen
fenómenos anti natura como el lesbianismo y estas concepciones de vida como la
in vitro o hasta los vientres alquilados pues ellas no necesitan al hombre, en
ese punto se pierde el valor de la familia, del hogar y se perjudican inocentes
criaturas que nacerán en el seno de estas anomalías pues nunca tendrán un
desarrollo psicoactivo debidamente planteado.
Nosotras como mujeres
nacionalsocialistas debemos luchar por que los valores de la familia persistan
en un siglo tan corrompido como en el que vivimos pues como siempre lo he dicho
nosotras somos herederas de una raza y portadoras de un legado.