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miércoles, 29 de abril de 2015

FEMINISMO: UNA CREACIÓN SIONISTA

FEMINISMO: UNA CREACIÓN SIONISTA
fuente: nuevaorden.net 

Observe y medite sobre lo que ha ocurrido en los últimos años por la reducción del Rol de Madre en la Mujer a un mero trámite biológico de incubación de nueve meses: el hombre necio es el más feliz, el idiota retrógrado autodefinido como "machista", ese que se ríe a carcajadas con los chistes para imbéciles que ponen en ridículo a la mujer, especialmente en su sexualidad íntima. La Mujer ha sido reducido a un mero objeto de placer decorativo, una vil mercancía, denigrada, explotable... Una máquina de penetración. Salvo algunos notables casos, la Mujer es tratada en los medios como un bulto sexual: si le faltan tetas, ahí están las siliconas; si le sobran kilos, ahí está la liposucción. La publicidad vende millones con sus bustos, sus nalgas y su propia alma. Nada la ha sacado más de su rol natural, de su genuino sitial de lucha vital.
Ya no basta con que la Mujer vista atractiva y sugerente, luciendo su belleza, resaltando su cuerpo que siempre, siempre fue de admiración y emblema de estética, inspiración de artistas. Ya no basta con ello y no volverá a bastar. Desde temprana edad, se les induce a vestir provocativas, apelando a sexualismos que no podrían pasar inadvertidos ni por las más inocentes miradas. Ya no basta con que luzca sus piernas, sino que tendrá que agregar un pedazo de glúteo saliendo del pantalón. No basta con la forma de sus senos, sino que además deberá usar transparencias para hacer visibles detalles interiores. No basta con su cintura, sino que debe mostrarse mucho más arriba y abajo... Se acaba el pudor y el encanto. Se complace la vista y el deseo de esos "hombres" dominados por sus líbidos, llenos de sombras oscuras, incapaces relacionarse con el sexo opuesto sin pensar en alguna aventura sexual de por medio. La genitalización de la Mujer es fomentada por esos patanes que utilizan su cuerpo no para admirarlo ni para el deleite de la contemplación, sino que para vender productos comerciales o subir la teleaudiencia de los shows televisivos... Y la expresión máxima de humillación de la imagen de la mujer: la pornografía, que se vale de la indignidad de vulgares putas para cultivar una imagen de la Mujer como mercadería.
¿Dónde esta el Servicio Nacional de la Mujer cuando a diario las mujeres chilenas ven su dignidad prostituida de este modo? ¿A caso nadie nota que organismos como estos aparecen sólo para reclamar los tan manoseados "derechos" que en la realidad son sólo palabras huecas, como el aborto? ¿Tienen tiempo para enfurecerse sólo con los caprichos publicitarios que de cuando en cuando nos recuerdan que esta oficina existe? ¿Por qué? ¿Para qué?... Sencillo: PARA DESTRUIR A LA FAMILIA, organización básica de toda Nación, consiguiendo que la Mujer se aleje por completo del hogar, de su esposo y de sus hijos.
A pesar de que famosas feministas norteamericanas como Betty Friedan (llamada de soltera Betty Goldstein) y Gloria Steinem eran judías, ¿Cree usted que exageramos al vincular al feminismo con el Poder de Sión?... Si es así, lea con atención el siguiente extracto de un cínico escrito, perteneciente a Gustavo D. Perednik, periodista del Hagshamá, Departamento de la Organización Sionista Mundial:


"Hace más de dos siglos, un aya inglesa, Mary Wollstonecraft, publicó 'Una vindicación de los derechos de las mujeres', en el que exigía despertar la mente reprimida de sus pares por medios educativos. Desde entonces el ideal feminista ha recorrido un sinuoso trayecto, en muchos casos protagonizado por judías de vanguardia, como Berta Pappenheim en Europa y Emma Goldman en Estados Unidos de América. En buena medida, las inspiró la tradición judía".

Parte de esta reacción "feminista" de parte de las mujeres judías puede ser honesta, sin embargo, pero no como una consolidación de inexistentes valores de respeto a la mujer de parte del judaísmo (ver, por si las dudas, nuestro texto "Extractos del Talmud" con las referencias que allí se hacen de la "inferioridad" de la condición de mujer), sino más bien como una rebelión en contra de los sometimientos de los que ellas son víctimas como mujeres y esposas judías. En su libro autobiográfico "Life so far", Betty Friedan reconoce que, mientras lideraba las protestas feministas de los años '60, aceptaba perfectamente que en su casa su marido Carl Friedan la golpeara y la tratara con permanentes agresiones.
La organización de mujeres sionistas denominada WIZO (Women International Zionist Organization) es uno de los organismos instigadores del feminismo mal entendido como "liberación de la mujer" en la forma que hemos descrito aquí. WIZO va reclutando entre mujeres no judías muchas "miembros honorarias", especialmente entre las primeras damas de cada nación, lo que les reporta notables influencias y poder. Prácticamente, no existe líder feminista no judía que en la actualidad no esté vinculada a la membrecía honoraria del WIZO. También han conseguido gran llegada entre mujeres que han conquistado cargos públicos. Su presencia suele ser constante, aunque indirecta, en campañas en favor del aborto y de los "derechos uterinos" de la mujer.
Es curioso que este interés "feminista" venga de personas pertenecientes a una religión y una raza que, en lo fundamental, es enfermizamente restrictiva con sus mujeres, colocadas en un muy inferior segundo plano y obligándolas a ciertas prácticas de sometimiento interno en el matrimonio, como dos relaciones sexuales obligadas los días domingo y cosas por el estilo. Lo que debe quedarnos claro es que el feminismo ha sido inventado por los judíos, pero PARA LOS NO JUDÍOS, ya que en su sociedad y su constitución familiar la independencia de la mujer es imposible.
La humillante posición de la mujer dentro de la estructura familiar y religiosa del judaísmo ha quedado de manifiesto, una y otra vez, en los roles que el sionismo les ha asignado en su plan de conquista planetaria. El caso más patético de los últimos tiempos es sin duda el de la señorita Mónica Lewinsky, hija del matrimonio judío Lewinsky-Lewis, quien fuera utilizada en 1995 y bajo su aceptación voluntaria, como una carnada sexual para el fogoso Presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton. Una inteligente trampa tendida por el Mossad para grabar con procedimientos de espionaje algunas picantes conversaciones y sesiones de sexo con el mandatario, para ser utilizadas más tarde a modo de extorsión por Israel para acceder a la correspondencia secreta de líderes palestinos con el gobierno norteamericano, para la liberación de algunas unidades de espionaje del Mossad detenidas en Estados Unidos y para obligar a éste a empeorar sus relaciones con Irak, que desembocaron en un nuevo bombardeo contra el país árabe, como lo hemos detallado en nuestra sección "La Conspiración Judeo-Masónica del Sionismo Internacional". Clinton, que vivió rodeado de judíos en la propia Casa Blanca, terminó siendo otra vez un títere de Israel operando a través de su gente, en especial de esta muchacha.

Otro indicio del bajo lugar que ocupan las mujeres en la jerarquía de estos mismos señores que hoy las envían a enseñar "feminismo" a los gentiles, está en un rol asignado a las mujeres desde el Libro de Esther cumpliendo con un viejo arquetipo muy bien manejado por el judío, y que podríamos llamar "la tentación fatal por una judía". Así como Esther logró sacar provecho de su relación sentimental con el Rey de Persia en favor de su pueblo, hasta hoy en día es común -demasiado común- que mujeres judías contraigan matrimonio con no judíos pertenecientes a familias influyentes, a círculos de intelectualidad o a puestos de jerarquía, justamente con el propósito de obtener algún beneficio. Hermann Hesse, por ejemplo, concretó su lamentable alejamiento del ideario del Nazismo a partir de su matrimonio con una judía, Ninon Auslander. En Chile tenemos también varios casos de distintas "Esther" que han contraído matrimonio con importantes exponentes de la élite política o social o miembros de familias con una larga tradición de nobleza o diplomacia: los miembros de la familia Alessandri, por ejemplo, han contraído matrimonio. con mujeres de apellido Cohn y Stein, entre otras; los representantes de los Edwars lo han hecho con mujeres apellidadas Eastman, Ross, Davies y Goldsmith; etc

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